Un cubo o hexaedro regular es un poliedro de seis caras
cuadradas congruentes, siendo uno de los llamados sólidos platónicos.
Un cubo, además de ser un hexaedro, puede ser clasificado
también como paralelepípedo, recto y rectángulo, pues todas sus caras son de
cuatro lados y paralelas dos a dos, e incluso como un prisma de base
cuadrangular y altura equivalente al lado de la base.
El hexaedro regular, al igual que el resto de los sólidos
platónicos, cumple el Teorema de poliedros de Euler, pues tiene seis caras,
ocho vértices y doce aristas (8+6=12+2).
Caras | 6 |
---|---|
poligonos que forman las caras | Cuadrados |
Aristas | 12 |
Vértices | 8 |
Grupo de simetría | Octaédrico (Oh) |
Poliedro dual | Octaedro |
HEXAEDRO REGULAR (CUBO)
Poliedro regular de seis caras iguales, siendo cada una un
cuadrado. Sus elementos principales son\ fig.1:
Cara: cada uno de los seis cuadrados que definen al cubo\
fig.2.
Arista: segmento que une dos vértices contiguos. En total
hay doce, todas de igual longitud.
Aristas opuestas: par de aristas del cubo que son paralelas,
y no están contenidas en una misma cara.
Vértice: punto al que concurren tres aristas. En total hay
ocho.
Vértices opuestos: par de vértices del cubo que están
contenidos en una diagonal mayor (por ejemplo los vértices (F y D)).
Hexaedro regular ó cubo
Diagonal mayor: cada una de las diagonales de cualquier
sección principal del cubo.
Diagonal menor cada una de las dos diagonales de cualquier
cara del cubo.
Centro de cara (M): punto de intersección entre las dos
diagonales de cualquier cara. Es el centro de gravedad de la cara.
Centro del cubo (O): Centro de gravedad del cubo. Puede obtenerse
interceptando los dos diagonales mayores de cualquier sección principal.
Eje (e): recta que contiene a los centros de cara de dos
caras paralelas.
Altura del cubo: distancia entre dos centros de cara,
contenidos en caras paralelas del cubo. Es igual a la longitud de las aristas.
Sección principal: sección del cubo que contiene a dos
aristas opuestas. Es un rectángulo formado por dos aristas y dos diagonales
mayores. Pueden definirse seis secciones principales en un cubo
,
se muestra una sección principal de un cubo.
Cara y sección principal
Una sección principal (ABGH) de un cubo, puede dibujarse a
partir de una cara (ABCD) del mismo
Dibujo de la sección principal (ABGH), a partir de la
cara (ABCD)
se muestran algunas características geométricas
de toda sección principal de un cubo.
Propiedades geométricas de toda sección principal de
un
Historia de la duplicación del cubo
Las matemáticas griegas tenían tres problemas clásicos que
fueron extremadamente importantes para el desarrollo de la geometría. Estos
problemas eran encontrar la cuadratura del círculo, duplicar el cubo y trisecar
un ángulo.
Aunque los tres están muy ligados entre ellos, elegimos
examinarlos en artículos separados. Este artículo estudia el problema de
duplicar el cubo, o la duplicación del cubo, o el problema deliano que son tres
nombres distintos dados al mismo problema clásico. Es justo decir que aunque el
problema de encontrar la cuadratura del círculo se convertiría en el más famoso
en tiempos más modernos, sin duda entre los matemáticos aficionados, el
problema de duplicar el cubo ciertamente fue el más famoso en los tiempos de
los antiguos griegos.
Hay dos narraciones diferentes dadas por comentadores
posteriores sobre los orígenes del problema. Teón de Esmirna cita una obra de
Eratóstenes (ver Heath [2]):
Eratóstenes, es su obra titulada Platonicus relata que,
cuando el dios anunció a los delianos a través del oráculo que, para deshacerse
de una plaga, debían construir un altar del doble del que había, sus artesanos
quedaron desconcertados en sus esfuerzos por descubrir cómo podían hacer un
sólido que fuera el doble de otro sólido similar; por ello fueron a preguntarle
al respecto a Platón, quien respondió que el oráculo quería decir no que el
dios quisiera un altar del doble del tamaño sino que deseaba, al imponerles la
tarea, avergonzar a los griegos por su descuido de las matemáticas y su
desprecio por la geometría.
La plaga sin duda fue un evento importante en la historia de
Atenas y aproximadamente un cuarto de la población murió por esta causa. Esto
sucedió alrededor del 420 a.C. así que de haber algo de verdad en esta leyenda
al menos podemos dar una fecha razonablemente exacta para la aparición del
problema. Esto también es consistente con una contribución anterior de
Hipócrates al problema.
Eutocio, en su comentario a Sobre la esfera y el cilindro de
Arquímedes, dio una versión un tanto distinta. Esta se supone que es una carta
escrita por Eratóstenes al Rey Tolomeo y, aunque la carta es una falsificación,
el escritor sí cita algunos escritos genuinos de Eratóstenes [1]:
Eratóstenes al Rey Tolomeo, saludos.
La anécdota dice que uno de los poetas trágicos antiguos
representaba a Minos haciendo construir una tumba para Glauco y que, cuando
Minos descubrió que la tumba medía cien pies de cada lado, dijo 'Demasiado
pequeña es la tumba que habéis señalado como el sitio real de descanso. Hacedla
el doble de grande. Sin arruinar la forma, rápidamente duplicad cada lado de la
tumba'. Esto claramente era un error. Ya que si los lados se duplican, la
superficie se multiplica por cuatro y el volumen por ocho.
Esta anécdota relata un episodio de la mitología griega más
que hechos históricos. Sin embargo, los descubrimientos en Cnosos, en Creta, en
tiempos relativamente recientes han mostrado que, al menos parcialmente, estos
cuentos de la mitología están basados en acontecimientos históricos. La
mitología relata que Glauco, el hijo de Minos, el rey de Creta y de su esposa
Parsifae, murió siendo niño al caer en un recipiente de miel.
Los orígenes del problema de duplicar el cubo pueden ser un
tanto oscuros como acabamos de ver, pero no queda duda de que los griegos
sabían desde mucho antes cómo resolver el problema de duplicar el cuadrado.
Así, tomar un cuadrado ABCD y dibujar la diagonal DB. Construir un cuadrado
BDEF usando BD. De ahí es fácil ver que BDEF es el doble de ABCD. Duplicar el
rectángulo es un poco más difícil pero también sabían cómo hacerlo y Euclides
lo presenta en el Libro II de los Elementos y claramente es parte de un trabajo
muy anterior.
El primer paso importante en la duplicación del cubo fue
dado por Hipócrates, probablemente no mucho después de que el problema
apareciera por primera vez. Sin embargo parece posible que ya antes estuvieran
pensando en una forma más general del problema:
Encontrar un cubo tal que su razón a un cubo dado sea igual
a la razón entre dos líneas dadas.
Hipócrates redujo el problema a:
Dadas dos líneas, encontrar dos medias proporcionales entre
ellas.
Es decir, dadas las líneas a, b encontrar x, y tales que a :
x = x : y = y : b.
Con nuestra comprensión moderna de la proporción es fácil
ver que (i) y (ii) son equivalentes ya que
a3 : x3 = (a:x)3 = (a : x)(x : y)(y : b) = a : b
Así que si nos dan un cubo de lado a y queremos construir un
cubo b : a veces el volumen, entonces necesitamos construir un cubo de lado x.
Ahora muchos artículos sobre la duplicación del cubo dan el
argumento del párrafo anterior para demostrar el resultado de Hipócrates de que
(i) y (ii) son equivalentes; ver por ejemplo [3]. Pero como se señala en [8],
este tipo de argumentos no los tenía Hipócrates así que hay que tener en cuenta
no solamente cómo demostró la equivalencia sino también cómo fue que Hipócrates
pensó en el resultado para empezar. No hay manera de conocer con seguridad las
respuestas a estas preguntas. Sin embargo hay pistas que vienen del problema
del caso bidimensional. Euclides en los Elementos demuestra que los siguientes
dos problemas son equivalentes:
Encontrar un cuadrado cuya razón a un cuadrado dado sea
igual a la razón entre dos líneas dadas.
Dadas dos líneas, encontrar una media proporcional entre
ellas, es decir, dadas las líneas a, b encontrar x tal que a : x = x : b.
De nuevo, un argumento moderno dice a2 : x2 = (a : x)2 = (a
: x)(x : b) = a : b, lo que demuestra que dado un cuadrado de lado a entonces,
si construimos un cuadrado de lado x, este tiene un área igual a b : a veces la
del cuadrado de lado a. Euclides, en el Libro VI de los Elementos no solo
muestra la equivalencia ente (iii) y (iv) sino que muestra cómo puede usarse
(iv) para resolver (iii). Heath también sugiere en [2] que Hipócrates podría
haber llegado a la idea a partir de la teoría de números ya que cita el Libro
VIII de los Elementos de Euclides:
Entre dos números cúbicos hay dos números que son medias
proporcionales y el cubo tiene con el cubo una proporción triple de la que el
lado tiene al lado.
Sin embargo, un hábil análisis textual de Sobre la esfera y
el cilindro de Arquímedes lleva al autor de [8] a deducir que las razones
compuestas, aunque eran bien conocidas para Arquímedes, pertenecen a
matemáticas más moderas que las de la época de Hipócrates. Sea cual sea el
razonamiento que llevó a Hipócrates a mostrar que el problema de duplicar el
cubo se reducía a (ii), es notable que todos los matemáticos posteriores atacaran
el problema (ii) en vez de la formulación original.
Consideramos ahora la solución propuesta por Arquitas. Es
una solución muy bella que muestra una innovación sobresaliente de Arquitas.
Heath escribe [2]:
La solución de Arquitas es la más notable de todas,
especialmente cuando se considera su fecha (primera mitad del siglo IV a.C.),
ya que no es una construcción plana sino una atrevida construcción en tres
dimensiones la cual determina un cierto punto como la intersección de tres
superficies de revolución...
Mostraremos la construcción usada por Arquitas según la
explica Eutocio. Intentaremos dar una interpretación moderna de esta
construcción para hacerla más entendible pero enfatizaremos que el estilo
coordenado en partes de la descripción no está presente en lo absoluto en el
trabajo de Arquitas.
Considérese un círculo con diámetro OA en el plano xy, donde
O es el origen y A es el punto (a, 0). Sea B un punto sobre el círculo tal que
OB = b. El objetivo es encontrar dos medias proporcionales entre a y b.
Extiéndase OB hasta la tangente al círculo en A y sea C el punto de
intersección. Supóngase que esta figura está en el espacio tridimensional en el
que el eje Z pasa por O saliendo perpendicular al plano del diagrama. Imagínese
ahora las tres superficies de revolución a las que hace referencia Heath en la
cita anterior. Una superficie es un medio-cilindro con el círculo OAB como base
y que sale del plano del diagrama. La segunda es la superficie de un cono
producido por OC cuando el triángulo OCA se gira alrededor de la lína OA. La
tercera superficie se produce al considerar un semicírculo en el plano XZ con
OA como diámetro por encima del plano XY y rotando este semicírculo sobre OA
donde OA gira en el plano XY por encima de O. Esta superficie es la mitad de un
toro1 tal que el hueco en su centro es solamente el punto O.
Supóngase que las tres superficies de revolución se
intersecan solamente en el punto P. Entonces P, al estar sobre el
medio-cilindro queda por encima de un punto N sobre el círculo OBA. Entonces
las dos medias proporcionales construidas por Arquitas son OP y ON. Usaremos
algo de geometría coordenada dentro de un momento para ver que Arquitas está en
lo cierto pero primero damos la construcción en voz de Eutocio, sin hacerle
cambios excepto por los nombres del punto que he cambiado para ajustarnos a la
notación de nuestro diagrama y que está descrita arriba (ver por ejemplo [7]):
Esta es la solución de Arquitas, reportada por Eudemo:
Sean las dos líneas dadas OA [= a] y b, se requiere para
construir dos medias proporcionales entre a y b. Dibujar el círculo OAB con OA
como diámetro donde OA es el mayor [OA = A b] e inscribir OB, la longitud b y
hacerlo encontrarse con C la tangente al círculo en A. ... imaginar un
medio-cilindro que sale perpendicularmente del semicírculo OAB y que en OA se
eleva un semicírculo perpendicular sobre la [base] del medio-cilindro. Cuando
este semicírculo es movido desde A hasta B, el extremo O del diámetro quedando
fijo, cortará la superficie cilíndrica al hacer su movimiento y trazará sobre
ella una cierta curva bien definida. Entonces, si OA se queda fijo y si el
triángulo OCA pivotea alrededor de OA con un movimiento opuesto al del
semicírculo, producirá una superficie cónica por medio de la línea OC la cual,
en el transcurso de su movimiento, se encontrará con la curva dibujada sobre el
cilindro en un punto específico [P]. ...
Para ver, usando matemáticas modernas, por qué esto funciona
notamos que la superficie cilíndrica tiene la ecuación
x2 + y2 = ax
la superficie toroidal tiene ecuación
x2 + y2 + z2= a√(x2 + y2)
y la superfie cónica tiene la ecuación
x2 + y2 + z2= a2x2/b2.
Si (p, q, r) es el punto en el que estas tres superficies se
intersecan, entonces
OP = √(p2 + q2 + r2)
mientras que
ON = √(p2 + q2).
Ahora bien, de (1) y (3) tenemos
p2 + q2 + r2 = (p2 + q2)2/b2.
Por lo tanto
a/√( p2 + q2 + r2) = √( p2 + q2 + r2)/√(p2 + q2) = √( p2 +
q2)
como se requiere.
A través de los escritos de Eutocio sabemos que Eudoxo
también dio una solución al problema de duplicar el cubo. Sin embargo, su
solución se ha perdido ya que la versión que Eutocio tenía era trivialmente
errónea y por ello él no la reprodujo. Nadie cree que Eudoxo cometiera un error
elemental en su solución (era un matemático demasiado bueno para eso) así que
el error debe haber sido introducido cuando su solución fue copiada por alguien
que no la entendía bien. Paul Tannery sugirió que la solución de Eudoxo era una
versión bidimensional de aquella dada por Arquitas que acabamos de describir,
de hecho la solución obtenida proyectando la construcción de Arquitas a un
plano. Sin embargo, Heath [2] sugiere que Eudoxo era:
... un matemático demasiado original como para conformarse
con una mera adaptación del método de solución de Arquitas.
Yo [EFR] estoy de acuerdo con esta valoración de Heath, así
que parece poco probable que lleguemos a saber cómo fue que Eudoxo resolvió el
problema de duplicar el cubo.
Se dice que Menecmo hizo su descubrimiento de las secciones
cónicas mientras intentaba resolver el problema de la duplicación del cubo. La
solución de Menecmo a encontrar dos medias proporcionales es descrita por
Eutocio en su comentario a Sobre la esfera y el cilindro de Arquímedes.
Supongamos que nos dan a, b y queremos encontrar dos medias
proporcionales x, y entre ellas, es decir, a : x = x: y = y : b. Usando
matemáticas modernas, las cuales por supuesto no estaban al alcance de Menecmo,
podemos ver cómo aparecen las secciones cónicas al resolver el problema. Ahora,
a/x = y/b así que xy = ab,
x/y = y/b así que y2 = bx y
a/x = x/y así que x2 = ay.
Menecmo dio dos soluciones. La primera viene de la hipérbola
rectangular y la parábola que son las dos primeras ecuaciones en nuestra lista.
Ahora vemos que los valores de x y y se encuentran al intersecar la parábola y2
= bx y la hipérbola rectangular xy = ab. Por supuesto debemos enfatizar
nuevamente que esto de ninguna manera refleja la forma en que Menecmo resolvió
el problema pero sí muestra en términos modernos cómo es que la parábola y la
hipérbola entran en la solución al problema. Para su segunda solución, Menecmo
usa la intersección de las dos parábolas y2 = bx y s2 = ay que son la segunda y
tercera ecuaciones de nuestra lista.
Uno de los grandes interrogantes respecto a la solución del
problema de la duplicación del cubo es que hay una solución mecánica conocida
como la máquina de Platón. Parece muy poco probable que Platón haya dado una
solución mecánica, sobretodo dadas sus opiniones sobre este tipo de soluciones.
Plutarco escribió (ver por ejemplo [7]):
Platón reprochó a los discípulos de Eudoxo, Arquitas y
Menecmo por recurrir a medios mecánicos e instrumentos para resolver el
problema de duplicar el volumen, ya que en su deseo de encontrar de alguna
manera dos medias proporcionales, recurrieron a un método que era irracional.
Al proceder de esto modo, se perdía irremediablemente lo mejor de la geometría,
por una regresión al nivel de los sentidos, lo cual impide crear e incluso
percibir las imágenes eternas e incorpóreas entre las que Dios es eternamente
dios.
Hay dos teorías respecto a la máquina de Platón para
resolver el problema de la duplicación del cubo. Una es que Platón inventó la
solución mecánica para demostrar qué tan fácil es implementar este tipo de
soluciones pero la teoría más aceptada es que la máquina de Platón fue
inventada por uno de sus seguidores en la Academia.
Eratóstenes es importante en la narración tanto porque la
historia del problema ha sido comunicada a través de él como también por su
propia contribución al problema. Él erigió una columna en Alejandría dedicada
al Rey Tolomeo con un epigrama inscrito en ella el cual relata su propia
solución mecánica al problema de duplicar el cubo [2]:
Si, querido amigo, os ocupases de obtener a partir de
cualquier cubo pequeño un cubo que lo duplique y debidamente de cambiar
cualquier figura sólida en otra, esto está en vuestro poder; podéis encontrar
la medida de un pliegue, un foso o el amplio cuenco de un pozo hueco mediante
este método, es decir, si atrapáis entre dos reglas dos medias con sus extremos
convergiendo. No busquéis hacer el difícil asunto de los cilindros de Arquitas
ni cortar el cono en la triada de Menecmo ni alcanzar tal forma curva de líneas
como la descrita por el piadoso Eudoxo. Podéis, en estas tabletas, fácilmente
encontrar una miríada de medias, empezando por una pequeña base. Feliz sois,
Tolomeo, ya que, como un padre igual a su hijo en su juvenil vigor, os habéis dado
todo lo que es amado por las musas y los Reyes y talvez en el futuro, oh Zeus,
dios del cielo, también recibáis el cetro en vuestras manos. Que así sea y que
cualquiera que vea esta ofrenda diga 'Éste es el regalo de Eratóstenes de
Cirene'.
¿Cuál era entonces la máquina que inventó Eratóstenes para
resolver el problema? Consiste de dos líneas paralelas con triángulos entre
ellas como se muestra en el diagrama superior. Aquí AE y DH son las dos
longitudes para las cuales se requiere encontrar dos medias proporcionales.
Ahora nos quedamos con el primer triángulo AMF fijo pero permitimos que los
triángulos MNG y NQH se deslicen dentro del marco acotado por AX y EY. Rotar AX
hasta que pase a través de D pero mientras se hace esto, asegurarse de que los
puntos B y C en los que esta línea que se mueve corta a MF y a NG siga también
dentro de los lados MG y NH de los dos triángulos que se mueven a la izquierda
para permitir que esta configuración siga siendo posible. Los triángulos se
deslizan hacia la izquierda hasta que se alcance la parte baja de los dos
diagramas. En este diagrama final BF y CG son las dos medias proporcionales
entre AE y .
Eratóstenes comenta sobre la cita anterior que su máquina es
capaz de encontrar más de dos medias proporcionales. Si uno requiriera 'una
miríada de medias' proporcionales, entonces solamente se necesita poner ese
número de triángulos movibles dentro de su máquina y el mismo procedimiento
encontrará la 'miríada' de medias proporcionales.
Otras soluciones al problema fueron de Filón y Heron quienes
dieron métodos parecidos. Su solución se produce de hecho por la intersección
de un círculo y una hipérbola rectangular. Nicomedes, que era muy crítico con
la solución mecánica de Eratóstenes, dio una construcción que usaba la curva
concoide, la cual también usó para resolver el problema de trisecar un ángulo.
Detalles de la construcción son dados en [2]. Diocles también inventó una curva
especial para resolver el problema de duplicar el cubo, la llamada curva
cisoide.
Aunque todos estos métodos distintos fueron inventados para
duplicar el cubo e importantes descubrimientos matemáticos fueron realizados en
los intentos, los antiguos griegos nunca habrían de encontrar la solución que
realmente buscaban, es decir, una solución que pudiera hacerse mediante una
construcción con regla y compás. Nunca encontrarían tal construcción ya que
ésta no puede lograrse. Sin embargo, no había forma de que los antiguos griegos
pudieran demostrar este resultado porque requiere matemática que estaban muy
lejos de las que ellos desarrollaron. Debemos decir, sin embargo, que aunque no
podían probar que una construcción mediante regla y compás era imposible, los
mejores matemáticos de la antigua Grecia sabían intuitivamente que era
imposible ciertamente
La demostración de la imposibilidad tendría que esperar por
las matemáticas del siglo XIX. Las piezas finales del argumento fueron reunidas
por Pierre Wantzel. En 1837, Wantzel publicó en el Journal de Liouville
demostraciones de:
... los medios para establecer si un problema geométrico
puede o no ser resuelto mediante regla y compás.
Gauss había afirmado que los problemas de duplicar el cubo y
trisecar el ángulo no podían ser resulatos con regla y compás pero no dio pruebas.
En su artículo de 1837 Wantzel fue el primero en demostrar estos resultados.
Pruebas mejoradas fueron dadas más adelante por Charles Sturm pero no las
publicó.